Nadie duda que la Inteligencia Artificial tendrá desarrollos importantes en el futuro y que cada día se integrará en mayor medida con todos los sistemas que usamos los humanos. En la industria, negocios, servicios y la vida personal. Sus aplicaciones aportarán valor a todas las áreas de nuestro quehacer.
Sin embargo hay varios factores que se deben tomar en cuenta. En primer lugar al aplicar métodos de Machine Learning para construir sistemas basados en Inteligencia Artificial, es muy probable que se introduzcan sesgos propios del pensamiento subjetivo de quienes hacen estas aplicaciones y que se omitan casos importantes porque no hay datos previos de ellos. Además en muchos casos no es posible determinar como un sistema basado en Inteligencia Artificial ha llegado a tomar una decisión, lo que es particularmente importante en caso de fallas.
Hay que entender que un sistema basado en Inteligencia Artificial tiene, en general, un comportamiento probabilístico y puede entregar resultados erróneos, igual que una persona.
Cuando se usa Inteligencia Artificial, con resultados poco predecibles, es fácil caer en dilemas éticos y morales, que difícilmente una máquina puede resolver de forma razonable.
La iniciativa de OECD es buena y necesaria. Se puede debatir si los principios enunciados son completos o están bien construidos. Pero a mi juicio son un buen punto de partida y es necesario que los tomemos en cuenta seriamente.
Comentario por Sergio Mujica, PhD.
